El caso Zong: cuando la codicia pesó más que la vida
Noviembre de 1781. El barco británico Zong surcaba las aguas del Atlántico rumbo a Jamaica. No transportaba mercancías ni provisiones. Cargaba algo mucho más oscuro: más de 400 personas secuestradas en la costa de Ghana, encadenadas en la bodega como si fueran objetos. Hombres, mujeres, niños. Convertidos en "propiedad" bajo el sistema esclavista. Pero un error de navegación lo cambió todo. La tripulación se desvió durante días, y cuando al fin corrigieron el rumbo, Jamaica aún estaba lejos… y el agua potable escaseaba. Quedaba lo justo para sobrevivir apenas cuatro días más. Frente a esa situación, los tripulantes tomaron una decisión que hiela la sangre, incluso siglos después. Los esclavizados estaban asegurados por pérdidas “accidentales” de carga. Pero el seguro no cubría muertes por deshidratación. En cambio, si las personas eran “descartadas” en alta mar, como si fueran sacos de café o ganado enfermo, el seguro pagaría. Y así, uno por uno, empezaron a arroj...