Lee Kuan Yew y el ejemplo de Singapur como acabar con la corrupción.

Con corrupción no se puede construir nada

La corrupción destruye naciones desde adentro. No importa cuántos recursos tenga un país, si sus líderes eligen el camino de los sobornos y el beneficio personal, lo único que se construye es pobreza, desigualdad y desesperanza.

El punto de quiebre se da cuando una sociedad entiende que la integridad no es opcional, sino la base sobre la cual se edifica todo desarrollo real.

El caso de Singapur es un ejemplo claro: en los años 60 era un país pequeño, sin recursos naturales y atrapado en la corrupción. Fue entonces cuando Lee Kuan Yew marcó un antes y un después con una frase que sigue siendo vigente:

> “If you want to fight corruption, be prepared to jail your friends and relatives.”

(“Si quieres luchar contra la corrupción, prepárate para encarcelar a tus amigos y parientes.”)

Con carácter, disciplina y políticas firmes, Lee Kuan Yew transformó a Singapur en pocas décadas: pasó de ser un país marginado a uno de los más eficientes, transparentes y prósperos del mundo.

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📌 Reflexión

No se trata solo de castigar a los corruptos, sino de construir instituciones que garanticen que la corrupción no tenga lugar donde esconderse. El camino puede ser duro, pero la alternativa es condenar generaciones enteras al fracaso.

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